El gasto energético necesario para contrarrestar las bajas temperaturas implica el consumo de grasas, lo que ayuda a perder peso.
Utilizar el descenso de la temperatura para lograr su objetivo
Como dice el refrán, no hay mal que por bien no venga. Sobre todo si estás pensando en deshacerte de esos kilos navideños que has ganado y aún te cuesta perder: la bajada de las temperaturas puede ayudarte a conseguir tu objetivo.
El cuerpo necesita mantener una temperatura constante de aproximadamente 37º, por lo que si el ambiente que nos rodea es mucho más frío, el organismo tiene que poner en marcha un mecanismo de generación de calorías. Para que te hagas una idea de lo que esto significa, esta serie de procesos necesarios para contrarrestar el frío pueden suponer un gasto de hasta 30% del presupuesto energético total del organismo.
Cuando el termómetro marca entre 25 y 30ºC, nuestro cuerpo no necesita consumir energía. Pero cuando baja a 17º, el cuerpo tiende a producir tejido adiposo marrón, grasa buena que quema energía y glucosa, y que produce el calor necesario para mantener el calor corporal".
Como recomendación general, el médico aconseja acostumbrarse a vivir en un ambiente menos caluroso, bajando la temperatura de la calefacción central en los edificios con aire acondicionado durante las noches de invierno.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que no todos tenemos la misma percepción del frío. Suele ocurrir que a determinadas personas les afecta especialmente la misma temperatura. De hecho, hay pacientes que dicen sentir más frío que la media. Existen varias causas relacionadas con esta sensibilidad al frío:
- falta de grasa corporal
- enfermedad crónica
- un estado general de salud deteriorado, como anemia, anorexia o hipotiroidismo.
En cuanto al uso del frío como herramienta para adelgazar, el doctor recuerda que existen muchos métodos que recurren a las bajas temperaturas para perder peso.
Métodos de adelgazamiento que utilizan el frío como herramienta
- Agua fría: Al igual que ocurre con los alimentos, el organismo necesita calentar las bebidas que se consumen muy frías. Por ejemplo, beber un litro de agua supone quemar unas 37 kcal para calentarla.
- Comida fría: El cuerpo no puede permitir que los alimentos lleguen fríos al torrente sanguíneo, por lo que primero debe calentarlos en el estómago. Esto no sólo cuesta energía, sino que también ralentiza la digestión y retrasa la aparición del hambre.
- Vendas frías: Esto provoca un descenso local de la temperatura que acelera la actividad metabólica del organismo, lo que conlleva un consumo de energía. Esto conlleva una reducción del grosor de la masa grasa, la eliminación de toxinas y la tonificación de los tejidos.
- Duchas frías: Además de los otros beneficios de ducharse con agua que no está caliente, una ducha de dos minutos a 25º consume aproximadamente 100 kcal.
¿Y la dieta y el deporte?
Conviene recordar que un procedimiento adecuado de pérdida de peso incluye mantenerse activo y seguir una dieta equilibrada. Una pérdida de peso saludable y sostenible empieza por una dieta sana y equilibrada y una actividad física regular. Para perder muchos kilos en poco tiempo, es importante seguir un plan de alimentación sana y comprometerse a realizar una actividad física regular. La combinación de estos dos elementos puede ayudarle a alcanzar sus objetivos de pérdida de peso.
Una dieta equilibrada es la clave para perder peso de forma saludable y sostenible. Por ejemplo, los cinturones de sudoración son productos que se llevan alrededor de la cintura para ayudar a perder peso. Están diseñados para estimular la sudoración con el fin de aumentar el metabolismo y la pérdida de calorías. Se pueden llevar durante el ejercicio o durante las actividades diarias y pueden ayudar a acelerar la pérdida de peso. También merece la pena probar complementos alimenticios como Reduslim.