El tratamiento de la gota consiste en controlar el ataque de gota y prevenir las recidivas y las posibles complicaciones. Se toma de por vida; es necesario un seguimiento médico regular.
El objetivo del tratamiento de la gota
El objetivo del tratamiento de la gota es tratar el ataque de gota y eliminar el dolor.
También permite, gracias a un tratamiento básico, prevenir :
- la recurrencia de los ataques de gota
- la formación de tofos ;
- complicaciones articulares;
- la aparición de cálculos renales.
El tratamiento de fondo es eficaz si la uricemia desciende por debajo de un valor umbral para obtener la disolución de los uratos (sales de ácido úrico).
La gota es una enfermedad crónica que requiere un tratamiento de por vida y un manejo multidisciplinar, en el que participan el médico tratante, un reumatólogo, un cardiólogo, un nefrólogo, etc. Se trata de controlar la gota, pero también el riesgo cardiovascular asociado.
Tratamiento del ataque de gota
El primer paso del tratamiento para calmar la inflamación de la articulación es descansar la articulación afectada por la gota (descansar el pie si está afectada la articulación de un dedo, por ejemplo). Se puede proponer un dispositivo, como una órtesis, para aliviar la articulación (por ejemplo, la muñeca).
Para reducir la inflamación, se recomienda enfriar la articulación con hielo. El hielo no debe colocarse directamente sobre la piel para evitar la sensación de "quemazón" provocada por el frío. Es preferible introducirlo en un paño limpio antes de ponerlo en la articulación inflamada (a menudo el dedo gordo del pie). La operación puede repetirse en casa, cada 4 horas; esto acorta la duración del ataque de gota.
Antecedentes Tratamiento de la gota
El objetivo del tratamiento de fondo es mantener la uricemia (niveles de ácido úrico en sangre) por debajo de un valor umbral. Este tratamiento de por vida incluye cambios en el estilo de vida y, a menudo, medicación.
Medidas higiénicas y dietéticas para la gota
La dieta y las medidas higiénicas tienen un efecto moderado en la reducción del nivel de ácido úrico en la sangre. Sin embargo, siguen siendo importantes en términos de salud general, dadas las comorbilidades frecuentemente asociadas a la gota, y el riesgo cardiovascular.
Por lo tanto, en el caso de la gota, es necesario :
- perder peso gradualmente (entre 5 y 15%) en caso de sobrepeso u obesidad ;
- ejercicio físico regular, adaptado al estado de salud;
- reducir el consumo de bebidas alcohólicas. Es imprescindible dejar de beber : cerveza, que es muy rica en purinas, aunque sea sin alcohol; alcohol fuerte.
- dejar de beber refrescos azucarados y zumos de fruta ricos en fructosa;
- adoptar una dieta equilibrada y reducir el consumo de productos ricos en purinas: carne, despojos, pescado, marisco, prefiriendo la carne magra;
- aumentar la ingesta de productos lácteos bajos en grasa (leche descremada) que ayudan a los riñones a eliminar el ácido úrico. Comer cerezas también tiene la ventaja de ;
- consumir café y vitamina C (en ausencia de contraindicación) que tienen un papel hipouricémico.
Tratamiento básico de la hipouricemia
El tratamiento hipouricémico está indicado en caso de ataques de gota recurrentes (al menos dos veces al año), tofos o artropatía gotosa. Sin embargo, este tratamiento de fondo se prescribe después del primer ataque de gota en los siguientes casos
- la persona es menor de 40 años;
- la uricemia es muy alta;
- la persona tiene enfermedades cardiovasculares asociadas (angina de pecho, hipertensión, etc.) o insuficiencia renal.
No se prescribe en casos de hiperuricemia asintomática, es decir, cuando el paciente no ha sufrido un ataque de gota.
El tratamiento hipouricémico de fondo debe iniciarse con la dosis más baja posible y luego aumentar gradualmente hasta alcanzar la uricemia objetivo y mantenerla de por vida. El objetivo es alcanzar un nivel de ácido úrico en sangre inferior a 360 mmol/L (60 mg/L), o 300 mmol/L en la gota grave.
Durante los primeros meses de tratamiento hipouricémico, pueden producirse ataques de gota. Por ello, se ofrece al paciente un tratamiento preventivo de los ataques de gota (dosis bajas de colchicina, AINE) durante los primeros 3 a 6 meses.
Gestión de las enfermedades relacionadas con la gota y los factores de riesgo cardiovascular
Para garantizar una buena gestión, deben tratarse todas las enfermedades asociadas. Este es el caso si la persona tiene:
- enfermedad renal crónica ;
- colesterol o triglicéridos altos en sangre
- Presión arterial alta;
- enfermedad arterial coronaria;
- Arteritis de los miembros inferiores;
- la diabetes.
- También es importante que los fumadores dejen de fumar, pero también que dejen de beber alcohol.
¡¡El seguimiento médico es importante!! La gota es una enfermedad crónica y requiere una consulta médica periódica. No debe interrumpir el tratamiento, aunque ya no tenga ataques de gota. La interrupción del tratamiento básico provocaría una recidiva.
Como la gota suele estar asociada a un alto riesgo cardiovascular, también es necesario seguir los consejos dietéticos que le dé su médico. Esto evitará la aparición de complicaciones cardiovasculares: ictus, infarto de miocardio, etc.