La testosterona no es sólo la hormona de la sexualidad y la fertilidad masculinas. Es poco conocida, pero es esencial en el organismo a muchos niveles. ¿Cuál es su función en el hombre y en la mujer? ¿Cuándo debe medirse y cómo?
Testosterona en el útero
Es gracias a la testosterona que un bebé que acaba de nacer tiene un aspecto verdaderamente masculino. De hecho, al principio de la vida intrauterina, antes de la producción de testosterona, el feto tiene el mismo aspecto externo. En el feto masculino, la testosterona se produce durante la vida prenatal y desempeña un papel clave en la masculinización de los genitales.
Inmediatamente después del nacimiento, se sigue produciendo testosterona durante tres a seis meses (este periodo se denomina "minipubertad") y, a continuación, la producción se detiene durante más de 10 años. Finalmente, se reanuda en la pubertad. La testosterona es segregada por las células de Leydig de los testículos. En cantidades mucho menores, es producida por las glándulas suprarrenales, que es insignificante en los hombres pero importante en las mujeres.
La hormona de la masculinidad
Durante la pubertad, la testosterona permite la aparición de ciertas características masculinas específicas como el desarrollo del vello, el desarrollo de los genitales masculinos y de los músculos, la aparición de la libido, el cambio del tono de voz, etc. Además, a nivel sexual, esta hormona desempeña un papel local en el testículo que es esencial para la maduración de los espermatozoides. La testosterona sigue siendo, en cierto modo, la hormona de la sexualidad y de la fertilidad masculinas.
También interviene en el estirón puberal de los adolescentes. Fortalece los huesos en general (prevención de la osteoporosis). También induce un aumento de la masa muscular, de ahí su uso (peligroso y frecuente) en el dopaje deportivo.
Optimización de la testosterona
Los signos sexuales como la pérdida de libido, la disfunción eréctil o la infertilidad a menudo pueden apuntar a un nivel bajo de testosterona en los hombres. También puede producirse una caída repentina del cabello.
En los adolescentes, un pene y/o testículos pequeños puede ser una de las razones para buscar un trastorno en la secreción de hormonas masculinas como la testosterona.
La más mínima duda puede confirmarse rápida y fácilmente con un simple análisis de sangre para medir su nivel de testosterona de nmol/L.
Dado que la testosterona no es muy común en las mujeres, los problemas de testosterona deben buscarse en mujeres con un nivel muy alto de vello en zonas que habitualmente son lampiñas (barbilla, pecho, espalda, etc.) o en caso de una caída inexplicable del deseo sexual.
Lo que hay que saber
- La testosterona es una hormona masculina segregada por las glándulas suprarrenales (encima de los riñones) y los órganos sexuales.
- La testosterona circula en dos formas en la sangre: total y biodisponible.
- Las mujeres también tienen testosterona.
- En las mujeres, los valores normales de los niveles de testosterona en sangre son 10 veces inferiores a los de los hombres.
- A veces, los deportistas toman testosterona para aumentar su masa muscular.
¿Cómo optimizar su testosterona?
Tanto en el hombre como en la mujer, el desequilibrio puede ser un factor que influya en los cambios de humor o en el estado de ánimo. Es importante regularla correctamente para una secreción óptima.
Existen varias soluciones naturales para ello:
Dieta
Es necesario comer suficientes calorías (kcal) cada día para mantener las necesidades del cuerpo. Por término medio, se dice que hay que ingerir 40 kcal al día y por kilo de peso corporal.
Los ácidos grasos adecuados
La testosterona procede de la descomposición del colesterol, por lo que debemos buscar los ácidos grasos adecuados. Por el contrario, los ácidos grasos procedentes de productos industriales o de grasas saturadas deben evitarse en la medida de lo posible.
Prefiera pescados grasos (sardinas, salmón, etc.), buenos aceites (oliva, lino, colza, nuez), frutos secos de todo tipo (un puñado de nueces al día es suficiente), semillas (sésamo, lino -que siempre deben consumirse mezcladas previamente, de lo contrario no se asimilan-, chía, etc.). También puedes tomar omega 3 como suplemento.
Zinc
El zinc también es un elemento importante en la producción de testosterona. Contribuye a mantener un nivel normal de testosterona en la sangre.
Por lo tanto, una dieta rica en zinc será beneficiosa. Una dieta equilibrada suele ser suficiente en zinc. Comer marisco, algunos productos lácteos en cantidades razonables y frutos secos debería ser suficiente. En caso de duda, un médico puede comprobar su nivel de zinc.
Proteína
Las proteínas ayudan a aumentar la masa muscular y contribuyen a su mantenimiento. Un déficit, sobre todo regular, de proteínas y aminoácidos perturbará el ritmo de secreción de la hormona masculina. Se recomienda una proporción diaria de 0,8 a 1 g de proteínas por kilo de peso corporal.
Verduras crucíferas
Estimulan la testosterona gracias a sus fitonutrientes. También tienen la capacidad de disminuir el estrógeno (hormonas femeninas). Coma brócoli y col con regularidad.
Aportaciones fitoterapéuticas
Ginseng
El ginseng podría optimizar la secreción natural de testosterona del organismo, aumentar la testosterona endógena natural, aumentar el número y la motilidad de los espermatozoides y, por último, mejorar la libido sexual y la función eréctil.
Maca
La maca (Lepidium meyenii Walp. o Lepidium peruvianum L.) ayuda a mantener el rendimiento sexual y la energía. Contribuye de forma natural a una función sexual sana. También se denomina ginseng peruano. Esta raíz se consume como complemento alimenticio, extracto líquido o bebida.
Jengibre
El jengibre favorece el deseo sexual y la capacidad sexual. Es una planta utilizada tradicionalmente para potenciar el deseo sexual tanto en hombres como en mujeres.
Ginkgo biloba
Se ha demostrado que el ginkgo aumenta los niveles de testosterona y favorece las funciones reproductivas en hombres y mujeres.
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