Las soluciones alternativas, complementarias a los tratamientos, pueden ayudar a reducir eficazmente el dolor y recuperar una buena calidad de vida.
De forma recurrente, borramos nuestros pequeños dolores cotidianos con analgésicos. ¿Un dolor de cabeza? Nos echamos una aspirina. ¿Reglas dolorosas? Empezamos a tomar ibuprofeno. Y a pesar de nuestra mayor conciencia de los riesgos asociados a la medicación frecuente, cedemos a la tentación de erradicar esta dolencia por todos los medios químicos. Porque sí, estos medicamentos no están exentos de peligro.
Si se utilizan de forma inadecuada, estas sustancias pueden crear un efecto de adicción y, lo que es peor, provocar una intoxicación grave (por ejemplo, la codeína). Recientemente, todavía podíamos comprarlos sin receta, pero desde julio de 2017, estos productos solo se pueden adquirir con receta médica.
A pesar de que la automedicación está cada vez más controlada, el uso de analgésicos para nuestros dolores moderados sigue siendo demasiado elevado, y reservar estos fármacos para usos más raros sería lo ideal. Entonces, ¿cómo podemos conseguir calmar o aliviar nuestros pequeños dolores sin recurrir a sustancias químicas?
¡Buenas noticias! La medicina tradicional está llena de técnicas y sustancias sin efectos secundarios para el organismo que pueden hacer que te recuperes rápidamente: Remedios caseros para el dolor crónico.
Arcilla
Relajante, alivia la tensión muscular en cataplasma, así como los dolores digestivos, abdominales o articulares. Reconocibles por su color, los distintos tipos de arcilla (verde, rosa, blanca) tienen una composición relativamente similar, pero usos distintos. La arcilla verde se prefiere para uso externo, aplicada en una capa gruesa sobre la zona a tratar, mientras que la arcilla blanca se toma mejor por vía oral, mezclada con agua, por la mañana.
Aceites esenciales
Por frotamiento en la zona deseada, en un masaje o en un baño, los aceites esenciales pueden curar todo tipo de dolores, en función de las plantas seleccionadas. La vía oral se reserva generalmente a la prescripción médica para evitar cualquier riesgo de sobredosis. Para neutralizar los dolores cotidianos, se puede utilizar la gaulteria para la artrosis, el lavandín para los dolores musculares, la manzanilla romana para los dolores de cabeza y el abeto negro para todo tipo de dolores.
Imanes
La magnetoterapia alivia el dolor colocando un imán en su punto de partida o en su recorrido. Se basa en el hecho de que los campos magnéticos interfieren en nuestro funcionamiento biológico. Con el aspecto de pequeñas piedras negras, los imanes terapéuticos ejercen una acción directa sobre las fibras musculares: por un lado, son miorrelajantes (relajan las fibras) y, por otro, son miocontractuales (las estimulan). Sin embargo, esta práctica no se recomienda a las mujeres embarazadas menores de 3 meses ni a los niños pequeños.
Bicarbonato
El bicarbonato sódico es un excelente medio para combatir el dolor digestivo. Su efecto antiácido inmediato neutraliza el ardor digestivo y el reflujo gastroesofágico. También mejora la digestión al reequilibrar el medio interno del tubo digestivo. Este económico polvo blanco, que utilizamos en la cocina o para la limpieza, reduce la inflamación. Se mezcla con agua y limón o con una tisana para mejorar el sabor.
El do-in
Estamos familiarizados con la acupuntura, que utiliza agujas para desbloquear o acelerar la energía bloqueada. Con la do-in, o acupresión, se trata de aliviar las dolencias con las yemas de los dedos, en los puntos que marcan los circuitos energéticos. Para aliviar el estrés, masajeamos la palma de la mano o el cuello. Para aliviar el dolor de espalda, masajeamos la planta del pie. Y lo que es más sorprendente: para aliviar la acidez de estómago, hay que masajear la raíz de los dedos de los pies.
Qi gong
El Qi gong es una práctica física energética que tiene efectos beneficiosos en la reducción del estrés, la disminución del dolor articular y la prevención del envejecimiento de los tejidos, entre otros. Al enlazar posturas similares a las de la danza y las artes marciales, el Qi Gong no sólo es una herramienta de bienestar, sino también terapéutica. El Qi Gong es sorprendentemente preciso y requiere mucha concentración y rigor, y la respiración desempeña un papel importante.
Mindfulness
Muchos científicos han observado los beneficios de la meditación y la atención plena, entre ellos la reducción de todo tipo de dolores. Esta práctica también ayuda a gestionar mejor el estrés, reducir el riesgo de depresión, dormir mejor y aumentar el bienestar general.
Alimentos antiinflamatorios
El dolor y la depresión se han relacionado con niveles elevados de inflamación en el cuerpo. Si se elige una dieta antiinflamatoria a base de alimentos no refinados, frutas y verduras, pescados grasos y frutos secos, se pueden reducir los síntomas del dolor crónico.
Hipnosis
Esta antigua práctica ha demostrado ser muy beneficiosa para el cuerpo y la mente. Tanto si prefieres buscar la ayuda de un terapeuta certificado como si optas por aprender autohipnosis a través de libros o aplicaciones para smartphones, los beneficios son los mismos: reducción del dolor, aumento de la relajación y el sueño, y reducción del malestar emocional.
Probióticos
El conjunto de microorganismos vivos llamados probióticos ayuda a nuestras bacterias "buenas" y mejora la digestión. Las personas que padecen enfermedades crónicas, como la enfermedad de Crohn o el síndrome del intestino irritable, suelen beneficiarse de ellos. Puede encontrarlos en forma de suplemento o en ciertos alimentos como el yogur.
Música
Puede parecer una técnica muy sencilla, pero funciona: escuchar música con atención durante unos 30 minutos dos veces al día reduce la ansiedad, aumenta el bienestar psicofísico y ayuda a dormir mejor. Elige tus canciones favoritas y siéntate para disfrutar de una relajante sesión de musicoterapia.
Conclusión
Más allá de estos consejos generales, es importante adaptar el tratamiento local al dolor y sus modalidades: el lugar de aparición, su origen y su intensidad. Para cada trastorno, existen tratamientos naturales, que es imprescindible conocer para recurrir a medicamentos más suaves y desterrar poco a poco las sustancias químicas de nuestro cuerpo.