La dieta desempeña un papel fundamental para mantenerse sano, pero ¿se aplica también a la salud sexual? ¿Qué alimentos potencian la libido y cuáles la anulan? Mito o realidad, nuestro especialista le responde.
Alimentos que estimulan la sexualidad
Hay alimentos con efectos estimulantes, desinhibidores o incluso euforizantes sobre nuestra sexualidad. Tradicionalmente se habla de alimentos afrodisíacos para potenciar el deseo.
Cada época ha tenido sus alimentos sexuales "estrella". En la Edad Media, se recomendaba a las mujeres comprar y comer alcachofas para mantener calientes las nalgas, y Luis XV comía apio para aumentar su vigor sexual. Hoy en día, estos alimentos ya no son "sexys" (salvo quizá la alcachofa, que evoca para algunos la idea de deshojarse), y se recurre en su lugar a alimentos como el jengibre, el chocolate...
Estos alimentos plantean dos dificultades:
- La primera es que casi no hay estudios científicos que confirmen o desmientan sus efectos sobre la sexualidad. El hecho de que un alimento sea rico en zinc, magnesio, vitaminas del grupo B o lo que sea no basta para afirmar que es un estimulante. Lo es potencialmente, pero aún hay que demostrarlo.
- La segunda dificultad es, una vez comprobado el efecto, saber qué cantidad tomar.
Se ha demostrado que las sandías pueden estimular la libido, pero para ello habría que comer 2 ó 3 al día. El zumo de cebolla fresca es un estimulante sexual de eficacia probada, pero debe tomarse un litro pequeño en ayunas una hora antes del acto sexual.
Por eso, la mayoría de estos productos se encuentran en complementos alimenticios para concentrarlos.
Alimentos perjudiciales para la sexualidad
En sentido estricto, no hay alimentos que tengan un efecto sexual negativo. En cambio, la calidad general de nuestra dieta puede alterar nuestro funcionamiento sexual.
Una dieta demasiado rica en azúcar, sal y grasas animales puede acabar dañando el funcionamiento de las pequeñas arterias esenciales para el funcionamiento de la zona genital. También puede alterar el funcionamiento hormonal sexual a través de la acumulación de grasa abdominal.
Estudios europeos recientes estiman que un tercio de las personas, hombres o mujeres, que sufren dificultades sexuales (libido, orgasmo, placer, erección) podrían mejorar su problema sexual simplemente mejorando su alimentación.
Dieta recomendada para la sexualidad
Se han desarrollado y probado varios tipos de dieta para evaluar su impacto en la sexualidad. La dieta que con más frecuencia encabeza la lista de los estudios es la denominada dieta mediterránea.
Es la dieta más variada y la más rica en verduras, legumbres, frutas, hierbas, frutos secos, especias, marisco, etc. Es decir, casi todos los alimentos conocidos como afrodisíacos.
También es una de las dietas que mejor efecto protector tiene sobre las arterias y el aumento de peso.
Bebidas como el café, el té verde y el cacao son conocidas por su efecto "antioxidante", muy útil sobre todo para limitar los efectos del envejecimiento sexual.
Todos los alimentos antioxidantes desempeñan esta función de "ralentización" del envejecimiento sexual, incluidas las manzanas, que son un alimento al alcance de todos.
Un estudio italiano demostró que las mujeres mayores de 50 años que comían más de dos manzanas al día tenían puntuaciones de satisfacción sexual más altas que las mujeres que comían menos de dos manzanas a la semana.
La dieta no sólo puede contribuir a una sexualidad más plena, sino que también puede ayudar a prevenir la pérdida de tamaño/volumen genital con la edad.
En las mujeres, después de la menopausia, se produce una disminución progresiva del volumen de la vulva (grosor y consistencia de los labios y el clítoris) y, en los hombres, la fibrosis ligada al envejecimiento natural provoca una ligera disminución del tamaño del pene.
Una dieta equilibrada que contenga alimentos antioxidantes (manzanas, fresas, frambuesas, moras, nueces, almendras, café, etc.) ayuda a reducir la pérdida de volumen de nuestros genitales. Esto es útil para mantener en la medida de lo posible la capacidad de placer físico sexual en la mujer, al conservar una buena "consistencia" de la zona genital. Este efecto, que limita la disminución del tamaño del pene con la edad, será bien apreciado por los hombres.
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